En este vídeo quiero explicarte las 3 claves que necesitas cumplir para convertirte en un gerente de gimnasio proactivo.

¿Eres un gerente de gimnasio proactivo o reactivo?

? Si crees que tienes iniciativa y capacidad para anticiparse a problemas o necesidades futuras, enhorabuena. Eres un emprendedor proactivo.

? Si por el contrario esperas a que las cosas sucedan para reaccionar. Es decir, dejas pasar el tiempo esperando obtener alguna respuesta del tiempo… me temo que eres una profesional reactivo.

Pero no te preocupes, sea cual sea tu perfil, te daré unos consejos para sacar el máximo potencial a tu manera de enfrentar tu negocio.

PLANIFICA

Siéntate una vez al trimestre y visualiza cómo quieres que sea para ser capaz de planificar tu camino día a día.

Planifica para el negocio, no en el negocio.

Nacho Perelló

Algunas recomendaciones para llevar a cabo esta planificación:

  • Haz un retiro tú solo o con tu equipo
  • Escucha a los demás. Te darán una perspectiva diferente a la tuya.

MÁRCATE OBJETIVOS ALCANZABLES

Ten claro a dónde quieres llegar cada mes. Trabaja y trabaja en ello marcándote pautas muy concretas.

Por ejemplo, conseguir 3 clientes nuevos cada mes, facturar un 5% más en el trimestre, incorporar una nueva fuente de ingresos, etc.

Si te das cuentas, son objetivos medibles ? . Nada relativos. Es decir, o se cumplen o no se cumplen, pero no cabe la duda de si se han cumplido o no cuando se analizan. Ahí está la clave número 2.

Marca el camino con la planificación y trabaja, trabaja y trabaja para que eso suceda.

Así se convierte uno en un gerente de gimnasio proactivo que se anticipa a los problemas.

FLEXIBILIDAD

Si no ocurre nada, reestructura la planificación y vuelve a plantearte la organización.

No desistas. Las personas más exitosas siguen esta fórmula tan sencilla. ? Visualiza el objetivo, planifica el camino y modifica lo que no funcione.

Si haces esto, te aseguro que serás un gerente de gimnasio proactivo que harás que las cosas pasen.

La buena suerte no es casual, es producto del trabajo; así la sonrisa de la fortuna tiene que ganarse a pulso

Emily Dickinson

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